Trastornos de Ansiedad

Trastornos de Ansiedad en la Infancia

Los miedos constituyen un factor casi constante en el transcurso del desarrollo humano. La aparición de la ansiedad en los niños, lejos de constituir un rasgo patológico, indica una evolución en la que podemos observar la conciencia que el niño va adquiriendo acerca de su propia individualidad, de sus límites y de sus recursos. El registro de aquello que pueda resultar peligroso es una adquisición evolutiva fundamental.

¿Cuándo hablamos de un Trastorno de Ansiedad en un niño? Básicamente, cuando la ansiedad interfiere en el desarrollo normal de su vida, así como también cuando las manifestaciones de la ansiedad son muy intensas.

Los estudios epidemiológicos demuestran que la prevalencia de los Trastornos de Ansiedad en la infancia oscila entre 5,6% y 21%.. Las niñas presentan una más alta frecuencia que los varones.

 

 

Los Trastornos de Ansiedad en la Infancia se clasifican en:

 

Trastorno de Ansiedad por Separación

Este trastorno se caracteriza por ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del niño, concerniente a su separación respecto del hogar o de las personas con quienes está vinculado Sintomatología:

Preocupación excesiva y manifiesta en relación a la salud o seguridad de sus padres.

Miedo que algo terrible lo separe de las figuras significativas.

Miedo a estar solo.

Negativa a ir a la escuela.

Quejas somáticas cuando se anticipa la separación.

Crisis de angustia frente a la separación.

Insistencia en dormir con los padres.

Este trastorno se encuentra estrechamente ligado al Trastorno de Pánico. Estudios clínicos han determinado que la mitad de los niños con este trastorno presentan, además, otro trastorno de ansiedad y en un tercio de ellos encontramos, también, estados depresivos.

Otros estudios sugieren que esta patología incrementa el riesgo de desarrollar Trastorno de Pánico y Agorafobia durante la niñez o la adultez (Moreau y Follet 1993)

 

Trastorno de Pánico.

Los síntomas físicos y cognitivos son similares a los que ocurren en el adulto Puede presentarse en forma inesperada y espontánea, pero en general aparece asociado a otros diagnósticos, especialmente a los de Ansiedad por Separación, Fobia Escolar y Agorafobia.

 

Trastorno De Ansiedad Generalizada.

En contraste con las fobias especificas, en este trastorno encontramos una excesiva preocupación y temor a diversas situaciones de la vida cotidiana. Es decir, que no está enfocado en una situación u objeto determinado. Los niños con este trastorno van cambiando, con el correr de las semanas, los focos de preocupación.

Sintomatología:

 Preocupaciòn crònica y excesiva, difícil de controlar . –Fatiga fácil -Quejas somáticas frecuentes.

Mal humor.

Berrinches frecuentes ante situaciones de cambio o que el niño pueda evaluar como peligrosas o insegura.

 

 Fobia Social

Los criterios para diagnosticar este trastorno son:

Marcado y persistente temor sobre uno o más aspectos del rendimiento social.

Temor intenso a la critica y humillación en público.

Miedo a estar con personas diferentes a los amigos o familiares.

La exposición a situaciones sociales casi siempre provoca ansiedad, predisponiendo, en algunos casos, a un ataque de pánico.

En los niños, la ansiedad se expresa en forma de llanto, oposición, berrinches y una necesidad imperiosa de evitar la situación. A diferencia de los adultos, los niños no tienen porque reconocer lo irracional del miedo. Los niños con fobia social presentan, con frecuencia, distintos grados de depresión, así como también poca confianza en sus habilidades y una fuerte tendencia a ser obstinados. .

 

Fobia Especifica.

Es el temor exagerado e irracional a un objeto o situación determinada (volar, contacto con animales, a las alturas, a los espacios cerrados, a la oscuridad, a los insectos, etc.) Constituye el trastorno fóbico más frecuente.

En los niños, las Fobias Específicas más frecuentes son :

A los animales.

A irse a dormir.

Fobia escolar.

A la oscuridad.

Como explicamos antes, debe diferencia la fobia de los temores normales y evolutivos. Estos últimos desaparecen luego de seis a ocho meses de haberse presentado.

 

Trastorno Obsesivo Compulsivo.

Las obsesiones son ideas intrusivas, que irrumpen y asedian a quien las padece. Son difíciles de controlar y se acompañan de una sensación de malestar y ansiedad de la que el niño no puede desprenderse.

Llamamos compulsión a la necesidad de ejecutar una acción o tener un pensamiento con el objeto de aliviar la ansiedad o impedir que algo malo suceda (pensamiento mágico). Las obsesiones y compulsiones deterioran la vida social y escolar. Las compulsiones más frecuentes en los niños son:

Lavado ritualizado de manos.

Necesidad de repetir, chequear y contar.

Rituales a la hora de dormir.

 

La edad de comienzo se sitúa alrededor de los 8 años. La mayoría de lo adultos con este trastorno refiere haberlo sufrido desde su infancia, sin que nadie notara que estaban sufriendo síntomas constitutivos de una patología.